PENSAR MEJOR PARA VIVIR MEJOR l
Desde pequeños nos han inculcado valores, hábitos y buenas costumbres en la casa, colegio y en los lugares donde nos hemos desarrollado y todo esto conforma nuestro arquetipo social: donde los medios de comunicación nos impone que la belleza es la presentación exterior que está de moda o, entre otros, los patrones de conducta basados en dichos y creencias, por ejemplo cuando dicen que “el mejor amigo del hombre es el perro” y decimos que, si bien estas mascotas son muy fieles ¿Por qué no nos inculcaron que nuestro mejor amigo sea el libro y no una mascota? Sólo de ese modo podríamos ser una sociedad culta, puesto que si la gente no lee es por ello que no sabe escribir y comunicar: sólo saben hablar.
También nos han enseñado antaño que “las palabras se las lleva el viento” y por ello hablamos por hablar, pero si pensamos bien, nuestras palabras no se las lleva el viento sino las personas que las reciben y, por lo tanto, siempre afectan y cambian las circunstancias. Estas palabras pueden dañar o levantar personas, sea que los interlocutores puedan contestar o no; y pueden hasta acercarnos o alejarnos de las personas que amamos. Entonces ¿Cómo podríamos hablar? Pues examinando nuestra mente y los pensamientos que produce, porque ese es el lugar donde están alojadas las experiencias más profundas, lindas y terribles. Todavía muchos tienen incluso tales forados en sus mentes que incluso hasta pueden afectar con pensamientos de dolor y si no sanas tu mente hoy, seguirás generando sentimientos de dolor y dudas, contagiando a los demás en todos los círculos y niveles sociales. Por ello, para aprender a hablar bien primero debes pensar bien y, por tanto, debes reconocer cómo está tu mente.
Necesitamos pensar correctamente para hablar correctamente y esto proviene de tener un corazón y una mente limpia pese a haber vivido las circunstancias más adversas.
Romanos 12 : 2
"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta"