NADA ES IMPOSIBLE PARA DIOS - II
Hay una actitud importante que debemos querer como hijos de Dios y creyentes de verdad: no nos vayamos de este mundo sin haber hecho todo lo que teníamos que hacer, pero teniendo muy en claro que nadie tiene asegurado el tiempo que va a vivir. La muerte no respeta a nadie y necesitamos engancharnos con nuestro propósito mientras vivimos; no podemos perder el tiempo gastándonos con resentimientos, iras y algún dolor guardado; y más bien potenciemos cada momento y cada segundo de nuestras vidas.
La tarea es comenzar a pensar mejor para vivir mejor; eliminar los patrones que has adquirido y no ahogarte en un vaso de agua. Se trata entonces de volver al patrón original que te pertenece basado en los principios eternos; porque antes vivías agradando y fingiendo lo que no eres, aparentando y haciendo cosas que no quieres hacer, con una personalidad que no está basada en principios eternos; y aunque tengas un buen trabajo y logros profesionales, pero no sigues los patrones eternos de Dios, te aferrarás a tus patrones.
El héroe no es el que hace grandes hazañas sino aquel que a pesar de todo dice la verdad cueste lo que cueste. Por ello tienes que empezar a enseñar a los tuyos todos los patrones que eduquen y formen, porque el neuro marketing que se difunde hoy es tan agresivo que afecta subliminalmente las conciencias de las personas; es el sistema humano que nos bombardea con todos estos patrones, nos hace hasta aparentar con una belleza que el sistema nos impone y alejándonos de los principios eternos para manipular nuestra conciencia y razón. Por eso hoy la Palabra te ha dicho que debes derribar argumentos para que vuelvas a tu belleza original. No puede ser que el amor y la justicia sean conceptos que te impongan desde afuera; tienes que construir desde la Roca, porque si hay un patrón de amor, justicia y vida que nunca se acaba, es Jesucristo que nos da vida eterna.
2 Corintios 10:5
“Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…”
