PUNTO DE PARTIDA
El punto donde te encuentres hoy no es tu destino, sólo es un punto en tu camino, pues tu destino es glorioso y lo que estés pasando hoy, sea lo que sea, no es tu destino; como tampoco lo fue para Jesucristo el nacer en un pesebre ni morir entre ladrones sino resucitar para salvarnos muriendo en la cruz y que sólo era un punto en su camino. Eso quiere decir que sí es posible tener una vida realizada hoy, pues lo que viene para ti será todavía mejor. Es probable que la realidad que estés viviendo no es la que te hubiera gustado elegir y pienses no encontrar otro camino a tu derecha o a tu izquierda, pero todavía tienes otra opción más: ¡Mirar al cielo!
El arquetipo de afuera nos condiciona a vivir desconfiados, siguiendo cadenas de maldición y buscando “a quién se la cobramos”, por eso vivimos en una sociedad enferma y la única forma es que el Reino de Dios se establezca primero en nuestros corazones, luego en nuestras familias y en el Perú, para que sea un país realmente diferente, donde se pueda vivir mejor basados en las reglas y principios del Reino de Dios.
Otra forma de no poder salir de este sistema vulnerable es porque todavía vivimos de emociones que son más fuertes que nuestra razón y nuestra voluntad. Sabemos que no es fácil pero digamos que el perdón no es un sentimiento sino un acto voluntario, consciente y valeroso. Aunque a veces hayamos dicho: “Lo perdonaré cuando lo sienta”, ya es hora de madurar y aunque no sea fácil, implica romper con viejos hábitos que no se cambian de la noche a la mañana pues se trata de un proceso de vivir perdonando y de tener un corazón perdonador. Pero es hora de comenzar a dejar eso que nos acompaña desde chicos y dejar de estar re – contando las escenas tristes y dolorosas que te han marcado evocando las miserias por las que pasaste, pues así será difícil cambiar de hábitos y perdonar. Viniendo a Cristo no puedes retroceder al círculo vicioso y al remolino del pasado; que de tu boca solo salga vida no muerte y cambia ya tu lenguaje perdona al que te ofendió. Ya no te lamentes por lo que pasó o por lo que no pasó.
La salida es entender que nosotros no podemos hacer justicia, Dios te dice que eres fuerte sobre toda debilidad. Dios vio a la humanidad con esperanza y por ello debemos amar a la gente sobre todo daño, idolatría e incredulidad pues más que tu venganza y castigo, la fuerza del amor será la más potente arma para salvar este mundo.
Lo único que todavía nos falta hacer es aquello que todavía no hemos intentado.
1 Timoteo 6:12
"Mantener la fe es como una competencia. Haz todo lo posible por ganar la carrera y obtener la vida eterna. Dios te llamó para tener esa vida cuando declaraste la gran verdad de tu fe ante mucha gente"
