UNA VERDADERA SATISFACCIÓN
Todos tenemos un deseo natural de construir nuestra reputación. Nos esforzamos por hacer un buen trabajo y seguir escalando. Es como el reconocimiento de una marca, pero yo mismo soy mi marca.
En la Biblia hay un personaje que reta nuestra manera de pensar. Juan el Bautista dijo:
"El que viene después de mí, el Cristo, el Mesías, yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias (Juan 1:27) Es necesario que él crezca, y que yo disminuya” (Juan 3:30)
Juan el Bautista era una persona muy reconocida y mucha gente lo seguía, sin embargo, reconocía que tenía que bajar en importancia ante la gente y sea Jesús quien sea exaltado.
¿Cuál es la actitud de tu corazón? ¿Crees que todo los que tienes es por tus propias fuerzas? ¿Quieres que Jesús sea exaltado?
Tratar de construir nuestro propio nombre es frustrante porque nunca podremos hacer suficiente. Pero cuando servimos para la gloria de Dios y nos enfocamos en engrandecer Su Nombre- es cuando encontramos la verdadera satisfacción.