SER USADO NO SIGNIFICA SER APROBADO. Parte 2

Mateo 28:20

“… enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”

Dios nos dejó una promesa, y es que Su Presencia iría con nosotros todos los días.

Que tal honor contar con la presencia de Dios. Hoy sabemos que estamos bajo sus bendiciones y nuestra tarea es compartir de esas promesas y cuidar de esa bendita presencia de Dios en nuestras vidas. Sirve a Dios, predica de Dios, pero no te separes de esa fuente verdadera, El Espíritu Santo de Dios.

Una de la forma de cuidar de ese avivamiento en tu vida, es ser consciente de los pasos que das día tras día. Por amor a lo que Dios sembró en tu corazón, tienes que cuidar todo lo que vez, todo lo que escuchas, todo lo que piensas. Tu actuar, tu vestir, serán parte del cuidado de esa Presencia que Dios te mandó a llevar a tu familia y a tu trabajo.

Sansón el ungido de Dios, se confió en ser usado por Dios, y descuidó lo primordial: Ser Aprobado por Dios.

Cuida de la Presencia de Dios en tu vida, atesora Sus Promesas. No tengas en poco Su Palabra, cuídalo más que el oro y la plata. Busca conservar lo que se sembró en tu corazón. Eres la fuente de bendición en tu familia, en tus estudios, en tu trabajo. Eres parte del sueño de Dios: “Que ninguno se pierda”