"TE HE PUESTO POR LUZ"
No podemos callar nunca lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, porque tenemos nueva vida en Cristo Jesús. Por ello, si tienes hijos (de sangre o espirituales) y quieres que crezcan en la vida espiritual, debes inculcarles el amor a Dios sobre todas las cosas y darles la leche espiritual de la Palabra de Dios no adulterada para que los bebés espirituales no se mueran; y esto se hace instruyéndolos en el Camino del Señor para que Su Palabra sea lámpara para sus pies y así no caigan (Salmo 119:105). Debemos inculcarles también, que no salgan de sus casas sin una previa Palabra, porque es como salir ciegos y en la oscuridad. Si el Señor alumbra nuestro camino, todo irá bien y si alguien en la fe cae o retrocede es que se descuidó en la Palabra, en su vida espiritual y en su comunión con Dios. Por ello lo que tenemos que enseñar a nuestros hijos es a amar a Dios y Su Palabra.
Como familia espiritual debemos orar a Dios porque Él es nuestro Papá y nuestro mejor amigo, sin dejarnos llevar por nuestras emociones y sentimientos. Enseñemos a nuestros hijos que se cojan de Su Palabra porque el Señor es grande en su misericordia, en Él somos más que vencedores y nada nos separará de Su Amor (Romanos 8:35-39). Él ya tiene la provisión y algo mejor para todos; Él es fiel, escucha y responde en la oración. Si no queremos tener miedo de fallarle, no dejemos de enseñar amar a Dios con todo el corazón y nuestra mejor manera de enseñar será siempre con el ejemplo y mostrándoles que Jesús es el único Camino para sanarlos (Juan 14:6); no hacer al prójimo lo que no les gusta que les hagan (Lucas 10:27) y si aman a su prójimo, verán que hay muchas cosas que deben dejar de hacer. Hoy es el tiempo para que le pidas a Dios sabiduría para educar a tus hijos y tomar la decisión de romper los viejos patrones y las cosas viejas.
Hechos 13:47
Así nos lo ha mandado el Señor: “Te he puesto por luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra.”