ATIENDE A TU FAMILIA
Existen códigos familiares y no necesariamente porque alguien te los impuso; de hecho, algunos piensan que las familias se descomponen y los matrimonios entran en conflicto por el trabajo, pero te olvidas que hay tiempo para todo y que debes reconocer que tu familia es tu regalo que debes cuidar, atender y no dejar de lado.
Nos dice la Palabra que en el Antiguo Testamento se trabajaba 72 horas y aun así se honraba a Dios con sus holocaustos y previas largas caminatas; hoy casi se llega a las 40 horas, tenemos más facilidades y la presencia de las redes sociales que no siempre favorecen. En ese sentido, como cristianos en medio de un mundo en conflicto, carente de valores y signos de credibilidad, éste es el momento de decir: “Yo y mi familia serviremos al Señor” (Josué 24:14), pues así como Josué fue instruido en los milagros y señales que vio, nosotros también debemos aprender a influenciar en nuestra familia y así la fe permanecerá de generación en generación profesando y declarando, igualmente, que siempre serviremos al Señor. Josué también se mantuvo firme en lugar de doblegarse, por lo tanto tú tienes que tomar la decisión de dejarte influenciar o no, o aprendes a vivir en familia que, es un regalo de Dios. Si quieres vivir bien, eso dependerá del esfuerzo que hagas hoy.
Los matrimonios deben saber que no hay nada mejor que vivir la intimidad en la fe y no usar el descanso conyugal en cama para usar el celular. Esa será la manera de educar a nuestros hijos en la paz para asegurar que nuestras siguientes generaciones tengan también paz. Un padre puede influenciar en sus hijos con el amor de Dios que transforma vidas (2 Timoteo 1:5), porque cuando uno cambia, su generación cambia. También nos podemos preguntar si ¿Se puede influenciar en los hijos en momentos de conflicto familiar? Se trata de vivir en pobreza y abundancia porque todo lo podemos en Cristo que nos fortalece (Filipenses 4:12); quiere decir que aflicciones tendremos porque estar en Cristo no significa que todo estará bien. Se trata de vivir con carácter a pesar de las dificultades porque todo ello es circunstancial y muchas veces Dios las permite, para demostrarte que a pesar de estar en escasez, nos debemos mantener íntegros. Es en casa donde se instruye y se enseña a formar carácter, debemos vivir bien pero guiándonos bien; no tengas miedo de instruir a tus hijos puesto que lo que no les enseñes con amor, la calle lo hará con dolor porque toda información está al alcance de ellos y lo pueden orientar equivocadamente. Por ello siempre será tu responsabilidad educar e instruir a tus hijos. Si quieres mantener en casa a tus hijos, ten control sobre ellos y si quieres trabajar para tus generaciones, es hora de actuar responsablemente y guiar a tu familia.