NINGUNA AFLICCIÓN TENDRÁ MÁS PODER QUE TU CONVICCIÓN
¿Cuál será esa montaña que debes ir actualmente para apartarte del bullicio, los problemas, escuchar a Dios gozando de Su Presencia y recibir una visión de parte Suya? Para ello se requiere que tengas coherencia y unidad entre lo que piensas, dices y haces; y tienes que ser firme en tus convicciones porque la religión no cambia al ser humano. Esta montaña cuesta escalar y requieres invertir tu tiempo porque se trata de la montaña de las dudas, quejas y falta de convicción; pero que tienes que escalarla para poder encontrarte con Dios y, puedes hacerlo desde la posición y el lugar en que te encuentres porque tienes un camino: es Jesucristo quien te dice que Él es El Camino, La Verdad y La Vida. Tu recorrido tiene como meta llegar a amar a Dios con todas tus fuerzas, con toda tu alma y con todo tu corazón.
En segundo término, debemos plantarnos la pregunta: ¿Sobre qué bases y fundamentos estamos caminando? Debemos tener claro que somos parte de la Iglesia de Jesucristo en medio de tantas religiones y confusión. Una Iglesia que ha llegado hasta nuestros días, no la simple reunión de los escogidos ni la que requiere de un lugar especial: lo que ahora Jesús ha establecido es el pueblo adquirido con Su Propia Sangre, somos las personas que hemos sido adquiridos por Jesús y por ello confesamos Su Nombre.
Jesús nos dice, entonces, que Él ya no habita en templos humanos sino en el corazón de los que creen en Él como su Salvador. Inclúyete tú dentro del pueblo elegido por Dios y tendrás la verdad que te hará libre. Ya no hay restricción de lugares porque la Iglesia de Jesucristo está en todo lugar donde se confiese Su Bendito Nombre (Ver: Hebreos 10:25 y 12:22-24; Colosenses 1:15-23; Apocalipsis 22); por eso cuando nos reunimos, alabamos a Dios y pronunciamos el Santo Nombre de Jesucristo, suceden cosas maravillosas porque Él vive en medio de Su Pueblo.
¡Ninguna aflicción tendrá más poder que tu convicción en Jesucristo!