FUERZA Y VALOR 2
Nos dice la palabra que el apóstol Pedro lloró y pidió perdón por su error de traicionar a su Maestro y dicho perdón se configura cuando el Señor resucita y apareciéndosele le pregunta tres veces si lo amaba más que sus discípulos: se trataba de tres declaraciones de su amor para terminar de perdonarlo de sus tres negaciones.
También vemos en Lucas 7:36-47 que Jesús comía en la casa del fariseo Simón, un entendido de la religión y una ramera se le acerca ante la crítica y el asombro de los demás que estaban allí; Él les habla del mucho perdón que se da ante el amor que demostró aquella mujer pecadora y entonces encontramos una relación entre el amor y el perdón: “a quien más se le perdona, más ama”. Tal vez el más grande acto de valor en la vida es desarrollar la capacidad de perdonarte a ti mismo, porque muchos que están molestos consigo mismo hicieron lo que no debieron hacer y no lograron lo que debían lograr generando frustración, enojo y resentimiento con ellos mismos. Pero el perdón comienza en ti ¡Cuando yo cambio, todo cambia!
Lucas 7:47 Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama.